En el ámbito científico, cuando se habla de la posibilidad de clonar animales extintos, los dinosaurios suelen ser el centro de atención. No es sorprendente, ya que la película 'Parque Jurásico' de Steven Spielberg popularizó esta idea y la convirtió en una fantasía colectiva. Pero, ¿es realmente imposible revivir a los dinosaurios? ¿Qué dice la ciencia sobre esto?
Aunque aún existen obstáculos importantes, la posibilidad de recrear dinosaurios no es tan remota. Uno de los impulsores de esta idea es Jack Horner, un profesor de geología y zoología de la Universidad de Montana, conocido por su proyecto de ingeniería genética "Dino Chicken" o "Pollosaurio". Tal vez hayas escuchado hablar de este ambicioso plan.
Jack Horner, nacido en Montana (EE.UU.) en 1946, es uno de los paleontólogos más renombrados a nivel mundial, en parte por su trabajo en 'Parque Jurásico' y por el descubrimiento de dos especies de dinosaurios en los años 70 (Maiasaura y Orodromeus). También ha liderado el desarrollo del "Pollosaurio" en los últimos años.
En 2009, Horner publicó el libro *How to Build a Dinosaur*, donde describía cómo sería posible recrear genéticamente a un dinosaurio a partir del ADN de un pollo. La idea, que podría parecer de ciencia ficción, surgió durante un borrador del guion de 'Jurassic World' en 2005 y ha ganado impulso desde entonces.
Horner sostiene que los pájaros actuales son dinosaurios vivos, aunque con un aspecto distinto. Las aves no tienen una larga cola, han perdido los brazos con manos en favor de alas y poseen un pico en lugar de dientes.
Desde una perspectiva evolutiva, se sabe que las aves descienden de los dinosaurios terópodos que vivieron hace más de 230 millones de años, ya que evolucionaron de pequeños terópodos celurosaurios especializados en el Jurásico.
Horner afirma que muchos de los genes de los dinosaurios aún permanecen "dormidos" en las aves actuales, como en los pollos, que contienen genes ancestrales de dinosaurios extintos. Estos genes podrían activarse mediante ingeniería genética para restaurar características de sus antepasados, objetivo del proyecto de Horner.
Aunque el proyecto ha tenido contratiempos, en 2015 el equipo de Horner logró manipular genéticamente el pico de embriones de pollo para asemejarlo al hocico de un dinosaurio, incluyendo dientes embrionarios.
Uno de los mayores desafíos ha sido inducir la formación de una cola en los pollos. Han descubierto que la pérdida de la cola en las aves podría estar relacionada con la fusión de vértebras, lo cual complica la manipulación genética. Para contrarrestarlo, los investigadores han intentado revertir esta fusión aplicando corticosteroides en los embriones de pollo.
A pesar de los avances, el proyecto del "Pollosaurio" aún está incompleto. Desde 2011, Horner y su equipo han tratado de identificar los genes ancestrales de los pollos para devolverles rasgos de sus antepasados. En 2024, el equipo anunció que habían realizado descubrimientos importantes sobre la fusión vertebral en las colas de las aves, que podría haber sido causada por enfermedades o traumas evolutivos. Este descubrimiento subraya la complejidad de los cambios evolutivos, lo que implica que activar genes antiguos no será suficiente.
El proyecto "Pollosaurio" sigue recibiendo apoyo de universidades y donantes como el cineasta George Lucas, quien fue uno de sus primeros benefactores.
De tener éxito, este proyecto podría ser solo el inicio. Los experimentos genéticos podrían extenderse a aves de mayor tamaño, como emús o avestruces.
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