María Corina Machado, líder opositora, emergió de la clandestinidad para liderar una gran manifestación este sábado contra la reelección de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela. En esta jornada, el chavismo también convocó a sus seguidores a marchar.
Machado exige el reconocimiento de la victoria de Edmundo González Urrutia, quien se postuló en su lugar debido a una inhabilitación en su contra y cuyo triunfo ha sido aceptado por Estados Unidos y varios países latinoamericanos en medio de presiones por una mayor transparencia electoral.
"¡Estamos defendiendo la soberanía popular a través del voto!" declaró Machado sobre un camión, vestida con una camiseta blanca durante una concentración en Caracas. "Nunca el régimen de Maduro ha estado tan débil. Han perdido toda legitimidad".
Machado añadió que no abandonarán las calles.
La dirigente de 56 años, quien había estado escondida por miedo a su vida, reapareció junto a otros líderes opositores, aunque no con González Urrutia, quien también ha recibido amenazas de prisión de parte de Maduro.
Ambos habían sido vistos en público por última vez el martes en otra concentración en Caracas.
Adrián Pacheco, un comerciante de 26 años, expresó a la AFP su esperanza al ver a Machado a pesar de las amenazas: "Siento que es una luz para Venezuela. Tengo mucha fe en que vamos a salir de este gobierno. No más miseria. Vamos a prosperar".
Las manifestaciones se desarrollaron en un ambiente de calma y sin un gran despliegue de seguridad.
"Maduro es ilegítimo. No somos terroristas, luchamos por nuestro país y por la libertad. Le pido a Maduro que escuche a nuestros hermanos, por todos los que han muerto", declaró Jezzy Ramos, una chef de 36 años, durante la manifestación.
Maduro fue confirmado el viernes por el Consejo Nacional Electoral como presidente reelecto y acusa a los líderes opositores de intentar un golpe de Estado.
Sonell Molina, de 55 años y madre de dos hijos que viven en Perú, afirmó: "Estoy defendiendo la democracia y el voto. El gobierno no reconoce que perdió. Es un autogolpe".
Desde el inicio de las protestas contra la reelección de Maduro el lunes, que han dejado once civiles muertos y más de mil detenidos, los líderes opositores han reducido sus apariciones públicas.
El viernes, el dirigente opositor y periodista Roland Carreño fue arrestado; Carreño había estado encarcelado entre 2020 y 2023 acusado de "terrorismo", según su partido Voluntad Popular, de Juan Guaidó y Leopoldo López.
La fiscalía también reportó la muerte de un militar durante las protestas.
El Consejo Nacional Electoral confirmó la victoria de Maduro con el 52% de los votos, frente al 43% atribuido a González Urrutia, quien ha recibido el respaldo del secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken.
Maduro acusó a EE.UU. de intervencionismo: "Se desespera en un gesto inusual en la diplomacia estadounidense y sale a decir que tienen los resultados (...). Lo que tienen es la trampa que intentaron imponer", comentó el mandatario en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros.
El chavismo planea marchar por el centro de Caracas en lo que Maduro ha denominado "la madre" de las manifestaciones. Una caravana de motoristas que apoyan a Maduro recorría las calles del centro.
La oposición asegura tener pruebas de fraude y presenta un sitio web con copias de más del 80% de las actas de votación. El chavismo desestima estos documentos, alegando que son falsificados.
Según la oposición, González Urrutia obtuvo el 67% de los votos.
El viernes, en pocas horas, cinco países latinoamericanos -Argentina, Uruguay, Ecuador, Costa Rica y Panamá- reconocieron la victoria de González Urrutia, con Perú siendo el primero el martes.
Maduro agradeció las gestiones de los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Colombia, Gustavo Petro; y México, Andrés Manuel López Obrador, en pro de un acuerdo político en Venezuela. Entre los países que reconocen a Maduro están Nicaragua, Rusia e Irán.
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