El Ministerio de Trabajo y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) presentaron los resultados de un plan piloto de reducción de la semana laboral, llevado a cabo en el primer semestre de 2024. Este proyecto, que involucró a 492 empleados de seis organizaciones, redujo las horas de trabajo semanales en un promedio del 15 %.
El estudio mostró que se lograron los objetivos empresariales en un 91 % de los casos, y en un 9 % casi siempre, sin afectar las metas estratégicas ni operativas. El 96 % de los supervisores señaló que no se necesitaron más recursos para mantener las funciones habituales.
En términos de calidad de vida, el 95.3 % de los empleados reportó mejoras, y el 93.8 % aprovechó el tiempo adicional para otras actividades. La reducción horaria también disminuyó el estrés en un 76 % y mejoró el equilibrio entre vida laboral y personal en un 88.6 %. El 70 % de los supervisores observó a los empleados menos estresados y más comprometidos, con un 70.5 % utilizando el tiempo extra para compartir con sus familias y un 42.4 % participando en actividades recreativas.
Las empresas participantes fueron Edenorte, EgeHaina, Ergotec, IMCA, Siuben y Senasa. El plan piloto, iniciado en febrero de 2024 y evaluado en los tres meses posteriores, tuvo como objetivo mejorar la calidad de vida de los trabajadores y la productividad de las empresas, reduciendo la jornada de 44 a 36 horas semanales.
El ministro de Trabajo, Luis Miguel De Camps, destacó que estos resultados refuerzan el compromiso del gobierno con la creación de condiciones laborales más humanas y eficientes. Resaltó que estos esquemas deben ser voluntarios y que benefician tanto a los trabajadores como a las empresas, promoviendo el crecimiento económico y el desarrollo humano. La presentación fue realizada por las investigadoras principales, la profesora Julissa Pichardo y la doctora Pura Martínez.
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