Un estudio reciente sugiere que los padres tienden a utilizar con mayor frecuencia el móvil para calmar a niños que se enfadan más a menudo. Según Jonathan Haidt, psicólogo de la Universidad de Nueva York, el acceso a dispositivos móviles y redes sociales ha desencadenado una epidemia de problemas de salud mental en niños y adolescentes. Aunque esta teoría no ha sido confirmada experimentalmente, muchos padres la comparten al observar dificultades de aprendizaje y de ánimo en sus hijos.
El estudio, publicado en *Jama Pediatrics*, muestra que el uso de tabletas en niños pequeños está asociado con un aumento de rabietas y frustración con el tiempo. Sin embargo, también destaca la dificultad de determinar si las pantallas agravan estos problemas emocionales o si se convierten en un refugio para los niños que ya los presentan. Además, el uso de móviles por parte de los padres también reduce el tiempo que podrían dedicar a enseñar a sus hijos a manejar sus emociones.
Investigaciones recientes señalan que no es fácil establecer un vínculo directo entre el uso de dispositivos y problemas emocionales y destacan la importancia de considerar no solo el tiempo frente a la pantalla, sino también el tipo de contenido consumido.
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